Para lograr estas adecuaciones, la SEDESOL a través del Subsecretario de
Planeación, Evaluación y Prospectiva, Juan Carlos Lastiri, coordinó las
modificaciones a las reglas de operación, en trabajo conjunto con el Programa
de Desarrollo Humano Oportunidades y la Comisión Intersecretarial para la
instrumentación de la Cruzada Nacional contra el Hambre; esto con el objeto de
lograr la transversalidad e integralidad en la nuevas normas que están vigentes
a partir del pasado 1 de Enero, una vez publicadas en el Diario Oficial de la
Federación en los últimos días de Diciembre del 2013.
Las nuevas reglas de operación, a partir de este año, además de contar
con mejoras sustanciales en su mecánica operativa –resultado de un proceso de
mejora continua que los mismos programas implementaron- considerarán una
focalización más adecuada de beneficiarios, acorde con las metas planteadas
dentro de la Cruzada, al tomar en cuenta a las familias Oportunidades como
beneficiarios prioritarios ya que se tiene la suficiente información
incorporada en el Padrón Único de Beneficiarios, catalogados por carencias y
perfectamente geo-referenciados. Estas características permiten que se mejore
la cobertura de los programas al tener una mejor identificación de la población
objetivo.
De igual forma, se buscó la complementariedad para acabar con las
limitantes de que el beneficiario de un programa ya no podría obtener otro
apoyo, acotando así el poder impulsar el abatimiento de carencias en los grupos
poblacionales. En este
mismo sentido, a lo largo del año se vino trabajando con DICONSA y
LICONSA, para hacer que estas respondieran con mayor eficacia y flexibilidad en
su operación, permitiendo que aumentará su cobertura y atención a la población objetivo
en pobreza extrema.
Es decir, los cambios operativos se traducen en que los beneficiarios de
programas podrán ser atendidos de manera complementaria evitando que su misma
condición no los limite, ya que antes, al ser beneficiarios de Oportunidades,
no podían acceder a apoyos complementarios como un piso firme o mejorar su
vivienda, ni mucho menos aspirar a contar con un proyecto productivo que
coadyuvará a salir de la pobreza al incrementar su productividad. Los programas
no se hablaban entre sí y operaban en un permanente aislamiento, por lo que con
los cambios reflejados este año se prevé de inició un proceso de mejoramiento
en este sentido, para incrementar y reflejar los ambiciosos objetivos en la
materia.
Este esfuerzo institucional que se plasmó ya en la normativa programática
de SEDESOL, se impulsó de igual forma hacia otras Secretarías, ya que en
cumplimiento a las instrucciones presidenciales derivadas del Decreto de
Creación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, la SEDESOL como coordinadora
del sector de Desarrollo Social y la Comisión Intersecretarial de la Cruzada,
con el apoyo decidido de la Secretaría de Hacienda, impulsó en el mismo
sentido, en programas claves de la Administración Pública Federal, la inclusión
de párrafos transversales que facilitaran la comunicación y operación de los
acciones institucionales, en el mismo tenor: complementariedad, incremento del
carácter productivo, sinergias, preferencias a la población de los municipios
de la Cruzada y las familias Oportunidades, a través de una mejor focalización
de la población objetivo, revisando cobertura y direccionando mejor los apoyos.
Al mismo tiempo que se avanza en la construcción de un solo Padrón de
Beneficiarios para toda la administración de programas del Gobierno de la
República y en el futuro para todo el país.
De tal suerte que las diferentes Secretarías consideraron en las reglas
de operación de sus programas, los párrafos transversales necesarios para
concretar la implementación de acciones coordinadas. SEDATU en sus programas de
vivienda y proyectos productivos; SEP en Becas para jóvenes y Escuelas de
Calidad; SALUD, SEMARNAT, SAGARPA con PESA y la Secretaría de Economía a través
de los apoyos productivos de INAES. Estas dependencias y su oferta programática
han dado un paso trascendental al romper la inercia aislacionista que limitaba
el dar resultados.
En suma, este gran ejercicio de cambios estructurales dirigido bajo la
supervisión directa de la Secretaria Rosario Robles Berlanga, fue enriquecido
con un
proceso de consulta que tomó en cuenta la opinión de expertos en el tema,
académicos, investigadores, la sociedad civil, las dependencias involucradas y
que dio como resultado un avance importante que hoy tiene como reto una
adecuada implementación en la operación para lograr los objetivos planteados,
para materializar de manera eficiente, equilibrada y transparente las acciones
de los programas para mejorar las condiciones de vida de la población.
Alineando así este trabajo normativo las prioridades y objetivos de la nueva
política social plasmada en el Programa Sectorial de Desarrollo Social y en el
Plan Nacional de Desarrollo.
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