- Lo que los
municipios requieren hoy es que el gobierno del estado respete las demandas
y necesidades de la población, pero en especial las decisiones que los
ciudadanos plantean en sus respectivos gobiernos municipales.
- Esto evitará que
decisiones unilaterales determinen el rumbo de la obra pública y de los
servicios.
- Los municipios
son espacios estratégicos de construcción para los modelos nacionales de
desarrollo, y que su relación con las autoridades estatales debe ser
institucional sin caer en las tentaciones de la sumisión cuasi feudal.
Pronunciamiento Completo:
Señoras y
señores presidentes municipales electos:
Actualmente,
el municipio es una institución esencial para el desarrollo y para la
consolidación de la democracia, es la célula básica de nuestra organización
política, administrativa y territorial.
No
obstante, el municipio mantiene en nuestros tiempos una serie limitaciones y
debilidades que propician, sin duda, el estancamiento de su desarrollo.
Lamentablemente,
las prácticas del pasado no terminan por irse y la nueva dinámica
gubernamental, desprendida del entorno global, no termina por llegar.
Aún se
tiene la creencia de que el desarrollo de los municipios depende estrictamente
de lo que realicen los gobiernos estatales, cuando la realidad es que éstos dependen
de los gobiernos municipales.
Es decir,
los municipios son la base de la pirámide del desarrollo.
En
efecto, hoy los estados de la República, son demasiados pequeños para controlar
y dirigir los flujos globales de poder, riqueza y tecnología, y demasiado
grandes para representar la pluralidad de los intereses sociales.
Los
municipios, por su parte, han ampliado sus fronteras y espectro de acción. Como
organismos abiertos al mundo y con carácter flexible de la multitud urbana,
adquieren mayor potencialidades en el mundo globalizado.
En ese
sentido, el entorno global obliga a replantear nuevas reglas de cooperación y
colaboración entre los distintos órdenes de gobierno.
El reto
es resolver de manera coordinada, cada uno en los ámbitos de su competencia
legal, los problemas de diferente índole en una sociedad cada vez más plural, y
que reclama de manera constante espacios de participación en la toma de
decisiones.
Como dice
uno de los párrafos del Artículo 115 constitucional: “El municipio no es sólo
un agregado solidario para la ejecución de planes y programas del estado o la
federación, sino una instancia legitimada de origen por tener un órgano de
gobierno surgido del sufragio universal”.
En ese
contexto, es necesario que los gobiernos
municipales y estatales establezcan lazos de estrecha colaboración, pero
también de respeto.
Hablamos
de esquemas institucionales que recuperen el federalismo como modelo de
organización basada en un método de convivencia política y de respeto a las
colectividades autónomas.
Recordemos
que el federalismo es el marco de régimen político más adecuado para
administrar las nuevas tendencias de integración y las redes
intergubernamentales al interior de una entidad.
La
realidad económica, política y social hace que los gobiernos estatales y
municipales supediten sus orígenes partidistas para responder a las demandas
ciudadanas.
En ese
tenor, la sana interacción entre los órdenes de gobierno permitirá incidir
positivamente en la ciudadanía con
claridad de rumbo, perspectiva y organización, pero sobre todo de compromiso.
Las
bondades de una cooperación eficiente sientan las bases para una planeación en
los rubros de gasto, deuda y patrimonio, siempre en el entendido del respeto de
los gobiernos estatales hacia los municipios, pues muchos son los que tratan de
intervenir o incidir en las acciones de los gobiernos locales.
Los
convenios entre ambas instancias, por ejemplo, crean las condiciones iniciales
de la interacción intergubernamental, y permiten hacer más eficientes las
políticas públicas municipales.
Es ésta,
y no otra, la forma correcta de trabajar conjuntamente.
No es lo
mismo establecer esquemas de colaboración democráticos, que manipular de manera unilateral los recursos y programas
derivados de los ramos correspondientes.
El
párrafo cuarto del Artículo 115 es claro: “los municipios administrarán
libremente su hacienda, la cual se formará de los rendimientos de los bienes
que les pertenezcan, así como de las contribuciones y otros ingresos que las
legislaturas establezcan a su favor”.
Esto es:
los recursos que integran la hacienda municipal serán ejercidos en forma
directa por los ayuntamientos, sin intermediarios y sin regateos por parte de
la autoridad estatal.
Los
próximos presidentes municipales tendrán la honrosa responsabilidad de cuidar y
administrar los recursos de la gente.
Tendrán
la obligación de que en ese manejo responsable no se comprometa sin razón y
justificación el futuro de la hacienda pública municipal.
Ese debe
ser el compromiso de todos los niveles de gobierno, pero en particular lo es evitar
la tentación de contraer deudas disfrazadas.
Señoras y
señores presidentes municipales electos:
Hasta
aquí podemos concluir que los municipios son espacios estratégicos de
construcción para los modelos nacionales de desarrollo, y que su relación con
las autoridades estatales debe ser institucional sin caer en las tentaciones de
la sumisión cuasi feudal.
El entorno internacional nos muestra que detrás de cada
experiencia nacional exitosa, hay una red de municipios que han sido motores de
la competitividad, del desarrollo y del bienestar social.
Un estado con municipios fuertes, equilibrados en su desarrollo,
generadores de cohesión y bienestar y capaces de insertarse en la nueva
economía mundial, es un estado que amplía sus opciones de futuro.
Ahora
bien, ustedes se preguntarán si esto es posible en un estado como el nuestro.
La respuesta es que en el PRI trabajamos para que los gobernantes
emanados de nuestro partido trabajen en esa dirección, impulsando proyectos
detonadores en diversos ámbitos de la administración pública local y apoyando
las acciones e iniciativas de nuestro presidente Enrique Peña Nieto.
La
Reforma Energética propuesta hace unos días por el Ejecutivo ofrecerá, por
ejemplo, instrumentos muy poderosos que nos permitirán como país registrar
avances significativos.
Avances
que por supuesto recaerán en los municipios, pues con dicha Reforma se logrará
que aumenten los recursos públicos para atender rubros como educación, salud,
seguridad pública e infraestructura.
Más aún,
el incremento de recursos contribuirá a que programas federales exitosos como
la Cruzada contra el hambre, en la
que son considerados varios municipios de Puebla, se replique en mucho más
localidades con beneficios directos para miles de familias.
El gobierno de Enrique Peña Nieto, está demostrado, es un firme
promotor del desarrollo municipal.
Pero independientemente de los convenios y la colaboración con el gobierno
del estado, los municipios de cualquier signo político deben estar comprometidos con:
·
La exigencia de garantizar calidad de vida.
·
La promoción por distintos medios de la participación ciudadana, cooperación
y corresponsabilidad social.
·
El desarrollo de esquemas que promuevan la competitividad y la
relación entre agentes económicos, culturales y educativos.
·
Y la puesta en marcha de estrategias para mantener la
gobernabilidad.
En suma, los presidentes municipales tienen como obligación el
compromiso de gobernar democráticamente para todos los ciudadanos sin
distingos, sin importar el signo parridista o ideología política
Las autoridades municipales emanadas del PRI, por su parte, serán
responsables y rendirán cuentas de manera puntual.
Nuestro partido, lo sostengo, será un contralor eficaz en el
desarrollo de los gobiernos porque así quedó estipulado en los nuevos estatutos
desprendidos de la XXI Asamblea Nacional.
Lo que los municipios requieren hoy es que el gobierno del estado
respete las demandas y necesidades de la población, pero en especial las
decisiones que los ciudadanos plantean en sus respectivos gobiernos
municipales.
Esto evitará que decisiones unilaterales determinen el rumbo de la
obra pública y de los servicios.
Reitero, los ayuntamientos tienen el pulso de las necesidades
porque son el nivel de gobierno más cercano a la gente.
Esperamos por el bien de los ciudadanos que respondan con
honestidad y responsabilidad, pero en especial con la autonomía y libertad que
por ley les corresponde.
Vamos juntos a mover a México, vamos juntos a Mover a Puebla.
Muchas gracias.