lunes, 26 de agosto de 2013

Pronunciamiento del Dirigente Estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, durante la Primera Jornada de Capacitación Básica a Presidentes Municipales.


  • Lo que los municipios requieren hoy es que el gobierno del estado respete las demandas y necesidades de la población, pero en especial las decisiones que los ciudadanos plantean en sus respectivos gobiernos municipales.

  • Esto evitará que decisiones unilaterales determinen el rumbo de la obra pública y de los servicios.

  • Los municipios son espacios estratégicos de construcción para los modelos nacionales de desarrollo, y que su relación con las autoridades estatales debe ser institucional sin caer en las tentaciones de la sumisión cuasi feudal.

Pronunciamiento Completo:


Señoras y señores presidentes municipales electos:

Actualmente, el municipio es una institución esencial para el desarrollo y para la consolidación de la democracia, es la célula básica de nuestra organización política, administrativa y territorial.


No obstante, el municipio mantiene en nuestros tiempos una serie limitaciones y debilidades que propician, sin duda, el estancamiento de su desarrollo.

Lamentablemente, las prácticas del pasado no terminan por irse y la nueva dinámica gubernamental, desprendida del entorno global, no termina por llegar.

Aún se tiene la creencia de que el desarrollo de los municipios depende estrictamente de lo que realicen los gobiernos estatales, cuando la realidad es que éstos dependen de los gobiernos municipales.

Es decir, los municipios son la base de la pirámide del desarrollo.

En efecto, hoy los estados de la República, son demasiados pequeños para controlar y dirigir los flujos globales de poder, riqueza y tecnología, y demasiado grandes para representar la pluralidad de los intereses sociales.

Los municipios, por su parte, han ampliado sus fronteras y espectro de acción. Como organismos abiertos al mundo y con carácter flexible de la multitud urbana, adquieren mayor potencialidades en el mundo globalizado.


En ese sentido, el entorno global obliga a replantear nuevas reglas de cooperación y colaboración entre los distintos órdenes de gobierno.

El reto es resolver de manera coordinada, cada uno en los ámbitos de su competencia legal, los problemas de diferente índole en una sociedad cada vez más plural, y que reclama de manera constante espacios de participación en la toma de decisiones.

Como dice uno de los párrafos del Artículo 115 constitucional: “El municipio no es sólo un agregado solidario para la ejecución de planes y programas del estado o la federación, sino una instancia legitimada de origen por tener un órgano de gobierno surgido del sufragio universal”.

En ese contexto,  es necesario que los gobiernos municipales y estatales establezcan lazos de estrecha colaboración, pero también de respeto.

Hablamos de esquemas institucionales que recuperen el federalismo como modelo de organización basada en un método de convivencia política y de respeto a las colectividades autónomas.

Recordemos que el federalismo es el marco de régimen político más adecuado para administrar las nuevas tendencias de integración y las redes intergubernamentales al interior de una entidad.

La realidad económica, política y social hace que los gobiernos estatales y municipales supediten sus orígenes partidistas para responder a las demandas ciudadanas.

En ese tenor, la sana interacción entre los órdenes de gobierno permitirá incidir positivamente  en la ciudadanía con claridad de rumbo, perspectiva y organización, pero sobre todo de compromiso.

Las bondades de una cooperación eficiente sientan las bases para una planeación en los rubros de gasto, deuda y patrimonio, siempre en el entendido del respeto de los gobiernos estatales hacia los municipios, pues muchos son los que tratan de intervenir o incidir en las acciones de los gobiernos locales.

Los convenios entre ambas instancias, por ejemplo, crean las condiciones iniciales de la interacción intergubernamental, y permiten hacer más eficientes las políticas públicas municipales.

Es ésta, y no otra, la forma correcta de trabajar conjuntamente.
No es lo mismo establecer esquemas de colaboración democráticos, que manipular de  manera unilateral los recursos y programas derivados de los ramos correspondientes.

El párrafo cuarto del Artículo 115 es claro: “los municipios administrarán libremente su hacienda, la cual se formará de los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así como de las contribuciones y otros ingresos que las legislaturas establezcan a su favor”.

Esto es: los recursos que integran la hacienda municipal serán ejercidos en forma directa por los ayuntamientos, sin intermediarios y sin regateos por parte de la autoridad estatal.

Los próximos presidentes municipales tendrán la honrosa responsabilidad de cuidar y administrar los recursos de la gente.


Tendrán la obligación de que en ese manejo responsable no se comprometa sin razón y justificación el futuro de la hacienda pública municipal.

Ese debe ser el compromiso de todos los niveles de gobierno, pero en particular lo es evitar la tentación de contraer deudas disfrazadas.

Señoras y señores presidentes municipales electos:

Hasta aquí podemos concluir que los municipios son espacios estratégicos de construcción para los modelos nacionales de desarrollo, y que su relación con las autoridades estatales debe ser institucional sin caer en las tentaciones de la sumisión cuasi feudal.

El entorno internacional nos muestra que detrás de cada experiencia nacional exitosa, hay una red de municipios que han sido motores de la competitividad, del desarrollo y del bienestar social.

Un estado con municipios fuertes, equilibrados en su desarrollo, generadores de cohesión y bienestar y capaces de insertarse en la nueva economía mundial, es un estado que amplía sus opciones de futuro.

Ahora bien, ustedes se preguntarán si esto es posible en un estado como el nuestro.

La respuesta es que en el PRI trabajamos para que los gobernantes emanados de nuestro partido trabajen en esa dirección, impulsando proyectos detonadores en diversos ámbitos de la administración pública local y apoyando las acciones e iniciativas de nuestro presidente Enrique Peña Nieto.

La Reforma Energética propuesta hace unos días por el Ejecutivo ofrecerá, por ejemplo, instrumentos muy poderosos que nos permitirán como país registrar avances significativos.
Avances que por supuesto recaerán en los municipios, pues con dicha Reforma se logrará que aumenten los recursos públicos para atender rubros como educación, salud, seguridad pública e infraestructura.

Más aún, el incremento de recursos contribuirá a que programas federales exitosos como la Cruzada contra el hambre, en la que son considerados varios municipios de Puebla, se replique en mucho más localidades con beneficios directos para miles de familias.

El gobierno de Enrique Peña Nieto, está demostrado, es un firme promotor del desarrollo municipal.

Pero independientemente de los convenios y la colaboración con el gobierno del estado, los municipios de cualquier signo político  deben estar comprometidos con:

·         La exigencia de garantizar calidad de vida.

·         La promoción por distintos medios de la participación ciudadana, cooperación y corresponsabilidad social.

·         El desarrollo de esquemas que promuevan la competitividad y la relación entre agentes económicos, culturales y educativos.

·         Y la puesta en marcha de estrategias para mantener la gobernabilidad.

En suma, los presidentes municipales tienen como obligación el compromiso de gobernar democráticamente para todos los ciudadanos sin distingos, sin importar el signo parridista o ideología política

Las autoridades municipales emanadas del PRI, por su parte, serán responsables y rendirán cuentas de manera puntual.


Nuestro partido, lo sostengo, será un contralor eficaz en el desarrollo de los gobiernos porque así quedó estipulado en los nuevos estatutos desprendidos de la XXI Asamblea Nacional.

Lo que los municipios requieren hoy es que el gobierno del estado respete las demandas y necesidades de la población, pero en especial las decisiones que los ciudadanos plantean en sus respectivos gobiernos municipales.

Esto evitará que decisiones unilaterales determinen el rumbo de la obra pública y de los servicios.

Reitero, los ayuntamientos tienen el pulso de las necesidades porque son el nivel de gobierno más cercano a la gente.

Esperamos por el bien de los ciudadanos que respondan con honestidad y responsabilidad, pero en especial con la autonomía y libertad que por ley les corresponde.

Vamos juntos a mover a México, vamos juntos a Mover a Puebla.

Muchas gracias.


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