C. Rafael Moreno Valle Rosas
Gobernador del Estado
Magistrado Roberto Flores Toledano
Presidente del Tribunal Superior de
Justicia.
Ciudadanos Integrantes de la Mesa
Directiva
del Congreso del Estado.
Distinguido auditorio:
Compañeras y compañeros Diputados:
Iniciamos el primer periodo de la
quincuagésimo novena legislatura, en un marco institucional y social, que se
significa por múltiples y demandantes retos para nuestro estado.
Retos que requieren firmeza, rumbo
claro y objetivos compartidos, entre todos los miembros de esta honorable
cámara de diputados.
La fracción parlamentaria del Partido
Revolucionario Institucional, inicia este ciclo legislativo con espíritu
restaurado… Y en especial unificado.
La realidad de nuestra entidad ofrece
un panorama de contrastes.
Son muchos los rezagos que preocupan a
los poblanos: en tres años de gobierno, la pobreza se ha extendido. La
inseguridad es una constante y se incrementa a un ritmo poco común. Y el campo…
el campo ha sido olvidado.
Una Puebla en efecto, ha sido
partícipe de los programas y beneficios gubernamentales.
La otra Puebla, la marginada, continúa
sumergida en el abandono, en la indiferencia e incluso en la negligencia de las
autoridades.
Lo decimos con conocimiento de causa,
porque quienes llegamos a este congreso hemos escuchado constantemente, el
reclamo de las amas de casa, de los jóvenes, de los campesinos, de los obreros
y de los poblanos que han sido excluidos del desarrollo.
Lo decimos en voz alta: ninguna obra, por grande que sea su tamaño,
será sinónimo de progreso, si no se traduce en el mejoramiento del nivel de
vida de la gente.
Aun así, en
esta mitad de trayecto, el río puede reencauzarse.
El
desarrollo puede ser integral en todos los rincones del estado, si se erradica
la idea de que la pobreza, se combate con dádivas y subsidios.
En el PRI, atendemos el sentimiento
popular de insatisfacción, de desesperanza y de esa impotencia que en muchas
ocasiones, sienten las personas que nunca han tenido un espacio para externar
sus preocupaciones.
Por ello, es importante corregir el
camino. Aún estamos a tiempo.
No obstante, lograrlo implica acortar
la distancia entre lo que se dice y lo que se hace… para establecer un
verdadero estado de equilibrios y contrapesos, como demanda el Estado moderno.
El reto entonces, es apostar por los
contrapesos genuinos y palpables.
Desde
los generados por la sociedad, hasta los construidos en el terreno político.
Un
equilibrio de poderes da paso al crecimiento de la democracia. Democracia
entendida –dice Enrique Krauze- no como un evangelio, ni siquiera como un
programa de gobierno, sino como una forma de convivencia.
No se trata de convertir los contrapesos en eterna disidencia.
No
se trata, mucho menos, de impedir las buenas relaciones entre los
representantes de los poderes.
Necesitamos
que en Puebla se replique el ánimo de acuerdos y consenso, del que ha dado ejemplo
el Presidente Enrique Peña Nieto.
En
su segundo día de mandato, el Presidente de la República convocó, a través del
Pacto por México, a todas las fuerzas políticas para construir una agenda
propositiva de grandes transformaciones.
Siempre
buscando convencer y no atropellar a quienes tienen una ideología diferente, no
tomando decisiones unilaterales, sino al contrario, persiguiendo la inclusión
como forma de hacer política, por esta razón el rumbo del país ha cambiado.
Este
modelo en el ejercicio del poder y la política debe replicarse en los estados,
particularmente en Puebla.
En
este marco, el Presidente Enrique Peña Nieto, asumió el reto de llevar hasta
sus últimas consecuencias las reformas estructurales profundas que necesitaba
el país.
El
Presidente demostró con hechos, que se pueden tomar riesgos para alcanzar
beneficios reales para los ciudadanos, sin importar la figura pública y la
popularidad, privilegiando al país y a los mexicanos.
Reitero,
en Puebla deberíamos actuar en consecuencia, actuar con visión de Estado.
Compañeros diputados:
La quincuagésimo
novena legislatura, debe ser el espacio que fomente y posibilite los acuerdos.
Debe ser la síntesis
de una realidad, que en medio de contradicciones e intereses, sea capaz de
entenderse de manera civilizada, y en la que los debates más álgidos den pie a
leyes que rijan la convivencia social en un Estado de Derecho.
El presente de
nuestro estado, requiere de una acción política mucho más seria y consecuente,
que busque restablecer el tejido social resquebrajado por la inseguridad, el desempleo
y la pobreza.
Que impulse la
economía local, para que los sectores
productivos encuentren certezas y respaldo para su despliegue en beneficio de
todos.
Y que enfrente con
mano dura la inseguridad, con la colaboración de la ciudadanía.
Contaminar el clima
político no es la fórmula del PRI. Ello sería un desatino. Sí lo es, nutrir el
diálogo y el consenso, siempre en el marco del respeto institucional y de
nuestra identidad partidista.
En nuestra bancada seremos críticos,
pero también autocríticos.
No le apostaremos a la
desestabilización, mucho menos a la división de los poblanos, pero tampoco al
sometimiento ni a la complacencia caprichosa.
Como fracción parlamentaria esta será
nuestra posición ante los poblanos. Siempre de frente, claros y
transparentes.
Al Ejecutivo del estado,
reiteramos que en nuestra bancada, estaremos dispuestos al diálogo y a trabajar
por el interés supremo que es Puebla, pero con un pleno respeto a nuestra
identidad y siempre con independencia.
Muchas gracias.