Regidores electos del PRI se comprometen a generar contrapesos responsables

El Delegado Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, hizo un llamado a los regidores electos en la capital para construir en el Cabildo poblano una fuerza de oposición que genere equilibrios,  trabaje y se conduzca con dignidad.

Este día, tras la entrega de constancias de mayoría a  Iván Galindo Castillejos, Karina Romero Alcalá, María Esther Gámez Rodríguez, María del Rosario Sánchez Hernández, María Juana Gabriela Báez Alarcón  y a Juan Pablo Kuri Carballo, el dirigente estatal indicó que es importante que la bancada del Revolucionario Institucional en el Ayuntamiento de Puebla genere una agenda en unidad que permita velar por los intereses de los poblanos.

Del mismo modo, Fernández del Campo enfatizó que la representación del PRI jugará un papel muy importante los próximos 4 años 8 meses: “Tienen una responsabilidad muy grande porque representan al partido y al contrapeso de los poblanos, a los 208 mil capitalinos que votaron por ustedes, tenemos que trabajar con fuerza para generar equilibrios al interior del Cabildo”.

En este contexto, el líder estatal indicó que de la mano con el Comité Directivo Municipal, se apoyará a los regidores a integrar una agenda de trabajo en la que se privilegien las propuestas de campaña: “Se trata de ser una oposición preparada que sea representativa, con altura de miras para dar la batalla de manera adecuada”.

Al señalar que el partido debe fortalecerse de cara al 2015, expresó que se deben mandar señales claras de que el PRI es una verdadera oposición, por lo que los regidores de la capital deben ser el ejemplo para el resto del estado. De esta manera, se les informó que el partido en breve les proporcionará capacitación para reforzar cuáles serán sus responsabilidades y funciones.

Cabe mencionar que en el evento también estuvieron presentes los regidores suplentes: José Luis Carranza, Oscar Jesús Parra, María Guillermina Pérez, Rosa de Lourdes García, Mariano Saavedra y Anel Fernández Zempoalteca, de quienes la dirigencia estatal reconoció su capital político.