MANIFIESTO
Que al recorrer el país durante
esta campaña por la Presidencia de la República he escuchado las voces de un
México plural, que se expresa con libertad. Escucho el entusiasmo de miles de
mexicanos que me manifiestan su apoyo, y aspiro a gobernar a la altura de su
confianza. También escucho a quienes no están de acuerdo con el proyecto que
encabezo. No pretendo gobernar en la unanimidad: quiero que construyamos un
México unido y fuerte a partir del reconocimiento y respeto de la diversidad de
nuestras convicciones e ideas.
Que a lo largo de las
últimas décadas México logró la transición a la democracia. El valor del voto y
el respeto al ejercicio de las libertades políticas que hoy como país tenemos
es una conquista irreversible lograda por muchos mexicanos, de distintas
generaciones, ideologías y afiliaciones políticas. Nuestra democracia no es
patrimonio de un candidato o de partido alguno. Nuestra democracia es
patrimonio de todos los mexicanos de hoy y mañana, y como tal debemos
conservarla y fortalecerla.
Que soy candidato del
Partido Revolucionario Institucional, un partido con una amplia base social,
integrado por millones de mexicanos trabajadores y comprometidos que están en todas
las regiones de México. Pertenezco a una generación que ha crecido en una
cultura democrática y quiere seguir viviendo en la democracia. Vamos a ganar el
futuro que merecemos, no a reinstaurar pasados que superamos. Hoy, como
candidato del PRI, aspiro a ser un presidente democrático.
Creo como la mayoría de los
mexicanos de mi generación que se debe gobernar en estricto apego a la
Constitución y a las leyes, y con respeto a los derechos políticos y las
libertades de todos los mexicanos. Para ello expongo en este Manifiesto los principios
políticos a los que habré de apegarme, si la mayoría de los mexicanos así lo
decide, como Presidente de la República.
1.
Libertad de manifestación. El
ejercicio de la libertad de reunión y manifestación es pilar de nuestra cultura
democrática. Como Presidente de la República protegeré el ejercicio de este
derecho en todos los espacios públicos del territorio nacional y fomentaré una
cultura de respeto y tolerancia a todas las expresiones políticas.
2.
Libertad de expresión.
Como Presidente de la República seré garante de la libertad de expresión. Las
críticas al Presidente de la República, en todos sus estilos y formatos, serán escuchadas,
respetadas y tomadas en cuenta. En una Presidencia democrática no caben ni la
violencia en contra de periodistas, ni la censura.
3.
Relación con los medios. El
gobierno debe establecer una relación con los medios de comunicación acorde con
una cultura democrática. Como Presidente de la República impulsaré una reforma
constitucional para crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la
contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de
comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia,
respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la
información. Solo un país bien informado
garantiza una cultura democrática.
4.
Derechos Humanos. El
respeto a los derechos humanos debe ser premisa fundamental para el uso de la
fuerza pública. Promoveré las reformas constitucionales y legales necesarias
para asegurar la vigencia de protocolos de respeto a los derechos humanos en la
actuación de las fuerzas armadas y las policías de todo el país. Las
recomendaciones que en su caso emita la Comisión Nacional de Derechos Humanos
al gobierno federal serán acatadas y prontamente adoptadas. Promoveré las
reformas necesarias a las leyes secundarias para darle eficacia a la reciente
reforma constitucional en materia de derechos humanos, y el gobierno federal
tendrá un rol significativamente más activo en la promoción de una cultura de
respeto a los derechos humanos.
5.
Libertad religiosa. Encabezaré
un gobierno laico, respetuoso de la libertad de creencias y de las prácticas
religiosas de todos los mexicanos.
6.
No discriminación. Me
propongo utilizar el poder presidencial como una herramienta para acabar con la
discriminación en México. Gobernaré sin prejuicios y promoveré una cultura de
respeto e inclusión en la vida social y productiva de todas las minorías, así
como de las personas con discapacidad. En política migratoria, daremos un trato
a los migrantes en México como el que exigimos para nuestros paisanos en el
extranjero.
7.
División de poderes. Ejerceré
la Presidencia de la República con respeto a la división de poderes. El diálogo
y la concertación legítima serán los instrumentos primordiales del gobierno. Me
comprometo a tener un diálogo permanente y directo con los liderazgos de todas
las fracciones parlamentarias que permitan que las grandes reformas que
necesita México se logren con amplios consensos, con independencia de la
correlación de las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión. Igualmente me
comprometo a respetar la genuina independencia del Poder Judicial y de los
órganos autónomos. En todos los casos buscaré el mayor consenso entre las
fuerzas políticas antes de enviar al poder legislativo las propuestas de
nombramientos de ministros de la suprema corte e integrantes de los órganos
autónomos. En política entendemos
nuestro tiempo, y habremos de hacerla bajo los principios y formas del siglo
XXI.
8.
Elecciones libres. Como
Presidente de la República no tendré intervención alguna en los procesos
electorales, salvo garantizar que existan siempre las condiciones de seguridad
y paz para el desarrollo de campañas y jornadas electorales. Con el Instituto Federal
Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y los
partidos políticos mantendré una relación de respeto institucional. Promoveré
iniciativas de reforma para erradicar definitivamente el uso electoral de los
programas sociales de los tres niveles de gobierno.
9.
Transparencia y rendición de cuentas. Una
presidencia democrática es también una presidencia eficaz y transparente en el
uso de los recursos públicos. Impulsaré la creación de la Comisión Nacional
Anticorrupción, como una instancia autónoma con capacidad de actuar ante casos
de corrupción gubernamental en el nivel federal, estatal y municipal a partir
de denuncias ciudadanas. El titular de la Comisión deberá ser aprobado por mayoría
calificada en el Senado de la República. Asimismo respetaré y acataré las
decisiones del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de
Datos, y promoveré su fortalecimiento institucional. Como Presidente de la
República seleccionaré un equipo de colaboradores a partir de su capacidad,
experiencia y honestidad, no de sus relaciones familiares o de amistad. El
Presidente de la República y los mandos superiores del gobierno haremos pública
nuestra declaración patrimonial, que deberá ser auditada cada año, y propondré
a senadores y diputados que hagan lo mismo.
10. Federalismo
y transparencia. Ofrezco replantear la relación política
entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados y municipios, en un
marco de respeto al federalismo. El gobierno federal debe apoyar con vigor y
compromiso la acción de los gobiernos estatales y municipales, pero debe
también ser un activo promotor de una cultura de responsabilidad, transparencia
y rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos. Aceleraré la plena
implementación de las reformas constitucionales en materia de transparencia y
homologación contable en los estados y municipios, promoveré el fortalecimiento
y autonomía legal y política de los órganos de fiscalización en los estados, y
promoveré una reforma constitucional para dotar al Instituto Federal de Acceso
a la Información y Protección de Datos de competencia en asuntos de los estados
y municipios.
Los principios contenidos en
este Manifiesto parten de mi convicción de que los próximos seis años serán
determinantes para consolidar las libertades políticas de los mexicanos y dar
vigor y contenido a nuestra democracia. Propongo a los mexicanos un diálogo
abierto y franco para la construcción de una nueva presidencia democrática. Convoco
a intelectuales, académicos, políticos de todas las militancias, organizaciones
no gubernamentales, jóvenes universitarios y a la ciudadanía en general a dialogar
sobre este Manifiesto, enriquecerlo y definir mecanismos que aseguren su
vigencia. Les propongo que vayamos juntos a ganar el futuro. Convoco a los
mexicanos a construir una presidencia democrática a la altura de nuestras
esperanzas.
Enrique
Peña Nieto
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