domingo, 24 de marzo de 2013

Discurso del Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Puebla, Pablo Fernández del Campo, durante la puesta de la placa conmemorativa a Luis Donaldo Colosio.

Amigas y amigos.
 
Compañeros priístas.
 
Es un honor encontrarme con todos ustedes en este parque emblemático.
 
Saludo la presencia de los líderes de los sectores priístas, de militantes y simpatizantes, y de quienes recuerdan con aprecio y profundo respeto los ideales de Luis Donaldo Colosio.
Saludo también a los integrantes de la Fundación Colosio, importante organismo que da cauce a los sueños de un hombre visionario.
 
Evocar la memoria colosista, es conmemorar el legado de un hombre que supo imprimir la firmeza de sus convicciones en el patrimonio intelectual e ideológico de nuestro partido.
Desde su militancia partidista, Luis Donaldo supo inculcar en todos nosotros una honda convicción democrática, una tenaz voluntad de participación, entrega y servicio.
 
A medida que pasa el tiempo, valoramos más la clara visión que Luis Donaldo tenía de los desafíos de nuestro país, así como su firme compromiso por un mejor porvenir para todos los mexicanos.
Por eso todos tenemos el compromiso de seguir su ejemplo, de honrar su memoria y de luchar por los principios que guiaron su vida y sus tareas. Los priístas poblanos reconocemos la herencia colosista. Una herencia que impulsa en cada uno de nosotros el interés por realizar un ejercicio limpio de la política con apego siempre al derecho, a la legalidad. Pero sobre todo por la tendencia a preservar el diálogo, la civilidad y el consenso como elementos centrales para la solución pacífica de los problemas, siempre con las reglas de la democracia.
 
Colosio era el símbolo de toda una sociedad ofendida por la simulación y la impunidad.
Alentó en cada uno de nosotros la sensibilidad ante el reclamo justo, la indignación ante el rezago inadmisible y la determinación de atender las nuevas demandas de una sociedad en constante evolución.
 
Esos ideales han trascendido el tiempo y se mantienen vigentes en el espíritu revolucionario de nuestro partido.

Al igual que hace 19 años, el PRI tiene el firme compromiso de convertir el poder en un ejercicio plenamente democrático.Tiene también la responsabilidad de ofrecer un renovado equilibrio a la vida política de Puebla y de México. Siempre de forma clara y transparente.Hoy que tenemos en puerta uno de los procesos electorales más competidos, el PRI debe luchar con más fuerza y eficacia por las demandas sociales.
 
Anteponer en todo momento los intereses institucionales por encima de los intereses particulares. Para ser un partido con futuro, el PRI debe mantener esa dinámica que nos permitió regresar con más bríos a la Presidencia de la República. Hoy representada por Enrique Peña Nieto.Nuestro partido aprendió las lecciones de su propia historia; hemos sabido aplicarlas en el presente, y sólo de esa manera podremos construir los cimientos de nuestro futuro.
Cimientos que, por supuesto, serán lo más sólido posible para no caer ni una ni dos veces.
La sociedad ha demostrado que el PRI es una opción segura y real para impulsar el cambio.Otros dicen ser los portadores de la transformación. Pero en realidad quieren que Puebla cambie para beneficio de ellos, no de la sociedad.
 
Si queremos ser partido de futuro, debemos encabezar la unidad de todos los poblanos.
Debemos defender la verdad y practicar una nueva ética partidaria. Necesitamos postular, pero sobre todo ejercer la democracia. En ese ambiente democrático, el PRI competirá ofreciendo las mejores propuestas, postulando a los mejores candidatos y realizando campañas con altura de miras.
 
Luis Donaldo Colosio nos enseño que las ideas renovadoras, las ideas emprendedoras, siempre tienen cabida en la sociedad. Como está sucediendo en el país, tenemos que MOVER A PUEBLA.

Mover a Puebla, significa sumarnos a la inercia que exige el país en un nueva realidad, con una sociedad cada vez más demandante. Mover a Puebla es seguir el rumbo que ha trazado el Presidente Enrique Peña Nieto, con el propósito fundamental de dar, como decía Colosio, “certidumbre y seguridad para los que menos tienen: para los individuos, para las comunidades, para la nación”.
 
Ese ha sido el ejemplo y el legado que hoy debemos honrar. Recordemos entonces con cariño y admiración la memoria de Colosio, el hombre que transformó el espíritu de nuestro partido, el hombre que a pesar de los años seguirá inyectando fortaleza al PRI, a sus militantes y a sus simpatizantes.
 
Honremos a Colosio, VAMOS A MOVER A PUEBLA.
 
Muchas gracias.

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